jueves, 20 de marzo de 2008

Estambul 1ª Parte

Siguiendo nuestro afán por conocer todo lo bien que podamos Grecia, decidimos hacer un viajecito a Estambul. ¿Que no esta en Grecia? 10 en geografía. Pero como fuimos en tren desde Atenas pues se puede decir que nos hemos recorrido el país de punta a punta, y no estaría mintiendo. Sobre la experiencia de viajar en tren por Grecia, se pueden sacar varias conclusiones; es barato, Atenas Tesalónica son 15€ 11,30 si tienes carne estudiante. existe la posibilidad de sacarte un flexipas por 50 € que te da la opción de viajar por los Balcanes durante 5 días a donde quieras. Tienes que tener menos de 26. No es un medio tan incomodo como nos habían dicho, son 7 horas a Tesalónica pero si tienes asientos puedes ir durmiendo todo el viaje o casi todo, si no, como nos paso a la vuelta, pues tienes que ir cambiándote a los asientos libres conforme te van levantando de los reservados. Es aconsejable asegurarse de los horarios en la estación porque a fin de cuentas son griegos, ya sabéis. El trayecto Tesalónica Estambul aconsejo que sea de noche, ya que son unas 14 horas de camino, y si te pillas el de la noche, por un suplemento de 25€ tienes cama. Aunque eso no te garantiza que vayas a dormir toda la noche. recordad que cruzamos la frontera de Europa, y en mitad de la noche te despiertan pidiéndote el pasaporte. Al cabo de un rato te despiertan otra vez para pagar la visa para entrar en Turkia 10€. te sacan del tren a las 4 de la madrugada y te meten en una oficinucha de mala muerte en mitad de un pueblo dios sabe donde y con unos pajarracos graznando como cuervos al acecho. Muy divertido, aun así no quiero imaginarme lo que pueden ser 14 horas de viaje en tren de día sentado vete tu a saber con quien.


Una vez en Estambul a andar y a echar fotos, hay miles de cosas que ver, sobretodo mezquitas. La sensación al estar en esta ciudad, a pesar de lo occidentalizada que está en su mayor parte, es de estar en un lugar completamente distinto. La gente, el paisaje, el olor siempre a comida por la calle. No as hecho mas que salir de comer y ya te da otra vez hambre.


No podíamos irnos sin pisar el lado asiático así que pillamos un ferry y allí que nos fuimos. La diferencia entre un lado y otro no es demasiado pero yo algo si que noté. Es todo un poco más..... asiático, más mujeres con velo, hombres con aspecto más cerrado, y la llamada a la oración mucho más persuasiva.

Por lo demás, lo típico; visitar mezquitas, los bazares, regatear, comer doners y cosas picantes de las que es imposible recordar el nombre. Ah, y el típico bocadillo de pescado a la orilla del Bósforo.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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