jueves, 25 de octubre de 2007

Haciendo memoria (El viaje):

Es difícil recordar, cuando han pasado tantas cosas en tan poco tiempo, pero intentaré hacer un resumen de lo que ha sido este primer mes de aventura.
El viaje, a pesar de ser lo que más incertidumbre me creaba en un principio, resultó ser lo más fácil de lo que he tenido que vivir hasta ahora. El tren llego a su hora, el metro estaba bien señalizado, y la T4, aun siendo enorme no tiene mayor complicación. La facturación de las maletas fue una suerte, me pasaba 12 kilos, que en otras compañías habrían supuesto 90 euros y me dejaron pasarlos sin ninguna pega.



Luego me encontré con Elena, Erasmus que viajaba hacia Tesalónica y con Roberto, que se dirigía como yo a Hania, y que al final terminaría siendo mi compañero de habitación y después de piso.


A la derecha Roberto y a la Izquierda yo. Esta foto nos la hizo Irene, una Italogriega que conocimos en el avión y que después nos hizo el enorme favor de llevarnos hasta la ciudad desde el aeropuerto.


Fue interesante probar ya en el avión la típica comida griega:



Seria difícil para alguien como yo describir la infinidad de sensaciones y sabores que contienen tan excelentes manjares, así que solo diré por encima, que eran: una ensalada sosa, una especie de paté de pescado algo fuerte, un sandwich de no sabría decir qué, y unos dulces algo empalagosos. En definitiva, me lo comí todo.

Llegamos a la ciudad a las 21:00 aproximadamente y compartimos habitación Roberto y yo en el posteriormente famoso Hotel Tina. (merecerá una futura entrada). Salimos a dar un paseo y reconocer el terreno. Habíamos llegado a la otra punta de Europa.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Miguel quiero fotos de tus chicas griegas, que hasta España llegan sus gritos cuando te ven andar por sus calles!!

AnaSanchez dijo...

Mu bien escrito nen, mu bien escrito. Recuerdas aquel profesor tuyo que te quería comparar con Góngora... que risa. El sitio es precioso y a todos nos gusta saber noticias tuyas ahora que estás viviendo cosas nuevas ya que en el fondo es como si todos lo experimentaramos a través de tí.

Mama dijo...

Hola niño ¡Cuánto me acuerdo de tí, padre mío! Ayer haciendo el arroz no te me ibas del pensamiento.
Cada vez que me dan ganas de hacer flanes y me acuerdo de tí se me quitan las ganas... No los hago!!!
Así que estoy deseandito de que vengas para empezar a cocinar todo lo que te gusta. Muchos besos y un abrazo tan fuerte tan fuerte que te crujan los huesos. Te quiere como nadie tu madre.

lucia dijo...

Hola Miguel! Ya veo que por ahí todo bien.Seguiremos tus aventuras a través del blog y de paso conoceremos Chania.
Ah ! conozco un amigo que anda por ahí, prefirió irse a la otra punta del mundo con tal de no colgar un cuadro.Incomprensible ¿verdad ?
Pues si le ves dile que, en venganza, estoy disfrutando de lo lindo con el arroz que hace su madre, las tortillitas de patata con cebolla, las sardinitas,... que rico !!! lo que se está perdiendo.
Pásalo bien. Besitos